El Vivero fue inaugurado un 13 de mayo de 1909 por el entonces equipo de la ciudad que llevaba el nombre de Sport Club Badajoz. En 1916 Francisco Fernández Marquesta (Conde de la Torre del Fresno) cedió en usufructo parte de la finca ‘Palomas’ al club para construir el estadio y a su muerte en 1931 lo donó al Sport Club Badajoz del que formó parte de su junta directiva. Fue propiedad del club hasta el año 1983 que pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Badajoz tras comprarlo y ayudar así con ello a la entidad a superar la situación económica crítica que padecía por aquel año.
En 1952 con el ascenso del equipo a Segunda División se llevaría a cabo la remodelación del estadio construyéndose fosos, se colocaron graderíos en las tribunas laterales y fondos.
Finalmente, el Club Deportivo Badajoz el 2 de diciembre de 1998 se trasladó al Estadio Nuevo Vivero, para dejar paso en 2009 a su demolición y posterior construcción de una ciudad deportiva.
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